“Doctor Who” fue concebido ya en los años 60 como un programa destinado a entretener, inspirar, y para acrecentar en los más pequeños la importante capacidad “de soñar”, principios que no deben olvidarse, y que aún ahora, a pesar del progreso y los efectos especiales, es preciso preservar, porque la respuesta a este artículo es un rotundo “Sí”, Doctor Who fue, es y será un programa para toda la familia, y por lo tanto, también para niños.
Está claro que hay diferentes programas según la categorización de la edad de los televidentes, y que las cadenas ya se preocupan por incluir en cada franja horaria, aquellos espectáculos apropiados para cada una de las personas que se instalan con su sofá ante la pequeña pantalla. “Doctor Who” siempre ha dispuesto de un privilegiado hueco en esos sábados por la tarde donde toda la familia ser reúne antes de la cena, donde el atardecer se desliza ya por las calles y la televisión invita a un instante de intimidad y entretenimiento donde niños y mayores aguardan una nueva aventura junto al “Señor del Tiempo”. Y quienes digan que “Doctor Who” es un programa demasiado inteligente o complicado para el público infantil cae en un grave error.
Los niños son capaces de sacar sus propias conclusiones, no hay por qué concebir una programa plano y de colores estimulantes al estilo Teletubbies, porque el desconcierto, la sorpresa, la emoción, e incluso el miedo, son a menudo estímulos capaces de acrecentar el intelecto de los más pequeños, a eso le hemos de añadir el que sea un programa “inclusivo”, donde padres, abuelos y hermanos más mayores pueden estar también ahí comentando las escenas, ayudando a los pequeños a ser aún más partícipes de lo que están viendo.
“Doctor Who” dispone de una audiencia masiva que ha arrastrado a generaciones enteras temporada tras temporada, viniendo a significar de algún modo que, los niños que ahora se aterrorizan ante la imagen de los “Silents” o los “Weeping Angels”, serán posiblemente los padres que el día de mañana sienten por primera vez a sus hijos ante el televisor para ver la serie.
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Steven Moffat |
Tal y como dijo una vez Steven Moffat en “Radio 5”: Todo el mundo cuando escucha la apertura de la serie se transforma ya en un niño. Hay algo en todos nuestros corazones que pertenece solo a los más pequeños, algo instaurado en nuestro cascarón de adulto que aún ahora, pasados los veinte, treinta o cuarenta, nos adentra en esa mágica etapa de nuestra vida casi con la misma emoción. Es como si los mejores materiales siempre fueran concebidos para los niños; piensen por ejemplo en los menús de los restaurantes… lo más divertido les pertenece a ellos.”
Rusell T. Davies, siempre fue consciente de la importancia de preservar esta idea: “Doctor Who” es un programa familiar que reúne ante la pantalla a un público muy exigente. Seguramente los padres, e incluso los abuelos, ya conocen el “Doctor Who Classic” tal vez crecieron con John Pertwee, tal vez conserven en su memoria aquellos años con ese Tom Baker alocado a quien la BBC solía llevar a menudo a distintos colegios de Inglaterra o Irlanda para que los niños conocieran de primera mano a su “Time Lord” favorito… Esta serie forma parte de la cultura británica y está alojada en la memoria televisiva de muchas personas en infinidad de países, acompañada tal vez por ese encanto clásico, a veces ingenuo, infantil, de unos efectos especiales de escasa calidad donde unos monstruos de serie B lograban aterrorizar a esos niños de los años 60, 70 y 80, un programa que jamás excluyó a público alguno, sino que los invitó y los embelesó con sus aventuras, su sentido del humor, su fantasía… Pilares que Russell T. Davies intentó conservar en cada una de las temporadas de las que fue responsable.
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David Tennant & Russell T Davies |
Davis comentó en más de una ocasión que el programa con más responsabilidad y dificultad seguía siendo “Doctor Who”, el esfuerzo creativo que requería para mantener cada semana la fidelidad de un público tan amplio le supuso muchas horas de vigilia en las madrugadas, afinando los guiones, esbozando personajes, trayendo viejos y nuevos monstruos, complaciendo a viejos y nuevos whovians, intentando que todas las generaciones se mantuvieran ahí, en sus sillones, causando expectación sobretodo en los más pequeños, aprovechando sin duda esas intensas emociones que se suelen sentir en los primeros años de la infancia, improntas que habrán de quedar por siempre en sus memorias hasta sus vidas de adulto, donde el encuentro con lo “extraño” lo “desconcertante” ya no se vive con la misma expectación.
“Doctor Who” fue, es, y habrá de ser siempre un programa para niños, pero el problema viene cuando los guiones empiezan a ser demasiado oscuros o intrincados. Esta es una crítica que empieza a escucharse y a leerse en varios medios, que recogen ciertas voces ante el evidente “giro a la izquierda” que está empezando a mostrar el programa.
En varios foros se recogían quejas al respecto del capítulo de “El astronauta imposible”. Ya no era solo la complejidad argumental del mismo y de toda la temporada que le siguió, donde incluso los adultos se perdieron en más de una ocasión, un padre se quejaba de la “impresión” que a su hija de ocho años le causó ver cómo un astronauta disparaba al Doctor. “Mi hija se preocupa más por el Doctor que por Dios, cómo fueron capaces de abrir un capítulo con semejante escena? Ni yo mismo fui capaz después de explicarle qué había ocurrido, tampoco logré hacerle entender cómo y de qué modo la hija de los Pond acaba casándose con el Doctor.”
Muchos padres se quejan de que además de la sofisticación argumental de los capítulos, Steven Moffat se adentra en un tipo de terror capaz de provocar la incomodidad o el miedo en los niños: grietas en las paredes, criaturas que provocan el olvido… A ello, le suman esa especie “sensacionalismo gratuito”, ¿Por qué Rory Williams debe morir tantas veces? ¿Por qué los espectadores tuvieron que enfrentarse a la pérdida de los Pond en el último capítulo en dos ocasiones, no estuvo de más ese primer salto en la azotea?
Esos mismos padres que ahora acompañan a sus hijos durante el programa aseguran que en tiempo de Pertwee o Tom Baker el terror, el miedo, era diferente. La originalidad argumental disponía a menudo de una serie de valores donde los niños solían verse identificados, los monstruos no eran más que personas disfrazadas, y el Doctor, era simplemente un loco aventurero que solucionaba problemas en los más diversos y extraños planetas. Ahora, el Doctor es un “superhéroe”. El Doctor es capaz de salvar universos enteros y hasta de “reiniciarlos”…
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Tom Baker |
Otra idea que ha suscitado algunos inconvenientes en las últimas temporadas de Steven Moffat es el concepto de trabajo en equipo. Mientras con Russell T. Davies se valoraba el concepto de familia y nos encontrábamos a menudo con todos esos personajes que se reunían y lo daban todo por salvar al “Señor del Tiempo” (recordemos a por ejemplo a Martha Jones, capaz de liderar un movimiento de fe en la Tierra), en estas últimas temporadas se ha apreciado cierta independencia por parte de Doctor para resolver cada uno de los problemas, la figura de los Pond se nos ha aparecido muy pasiva, aguardando casi siempre un rescate, esperando, simplemente, a que la cabina azul aterrizara en el jardín.
Son aspectos que sin duda deben cuidarse, no hay público más exigente y sabio que la mirada de un niño ante el televisor, todo es nuevo para ellos y aguardan siempre lo mejor, algo capaz de conmoverles, de hacerles reír, de enseñarles, de provocarles miedo; esperan desafíos pero también argumentos claros con los que, al terminar el capítulo, sientan que no se les ha defraudado, que no se ha jugado gratuitamente con ellos. Para conseguirlo no es necesaria toda una industria de sofisticación y efectos especiales, tampoco unos actores jóvenes y atractivos con los que limitar el espectáculo a ese público adolescente donde parece aglutinarse la actual industria del marketing, hay que pensar que los actuales televidentes de ocho, diez o doce años, serán los futuros whovians del mañana, ellos sobre los que tal vez, recaiga la responsabilidad de continuar con la serie.
Si hace casi cincuenta años muchos niños quedaron fascinados con ese Doctor en blanco y negro interpretado por un anciano William Hartnell, en la actualidad, debemos seguir cuidando esa esencia que ha permitido que el programa tenga continuidad y prestigio a lo largo de las décadas, debemos sobretodo escuchar la opinión de los más jóvenes y preguntarles si están satisfechos con estas últimas temporadas, si el “Doctor” sigue siendo para ellos ese loco con una cabina azul capaz de acercarles al mundo de los sueños, de lo posible y lo imposible… Tal vez sea ahora el momento en el que, apunto de acercarse ya el esperado aniversario de la serie de ciencia-ficción más longeva de la pequeña pantalla, nos planteemos si los responsables de la serie siguen por el camino correcto, si se han perdido los orígenes o si, de algún modo, están excluyendo a un determinado tipo de público.
Porque la respuesta a la cuestión de este artículo sigue siendo un rotundo “Sí”, “Doctor Who” es un programa destinado también a los niños. Y eso es algo que no podemos olvidar.
Artículo de Alicia Winter para Papel Psíquico.
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12 comentarios
Escribir comentariosyo, antes de leer este artículo, era de esas personas que se han nombrado al principio, de los que creían que Doctor Who no era para niños, porqué por los argumentos, por la fantástica banda sonora, yo decía que eso no era apropiado para niños, además, de que en Boing, la cadena infantil de Mediaset, ponen la serie a una hora nada infantil y con eso de +7. Espero que esto no me haga olvidar a Doctor Who por ser infantiloide, porqué yo, semana tras semana, veo con mi amigo esta serie y flipo con el Doctor.
ResponderLeí hace tiempo que habían llegado a dejar de dar la serie por la TV porque no la consideraban aptas para los críos, pero bueno, desde el 2005 para aquí, la serie es apta para todos los públicos! Aunque, bueno, sí, hay cosas que son más para adultos por los giros que da la serie y que un niño poco puede entender, pero sí, yo creo que la nueva serie es para niños, adultos y de todo xDD
ResponderLa frase al final del artículo, "...tampoco unos actores jóvenes y atractivos con los que limitar el espectáculo a ese público adolescente donde parece aglutinarse la actual industria del marketing" me hace pensar en que algún día el doctor vuelva a tener ese aire y experienca del que estaban dotados William Hartnell, Patrick Troughton, Jon Pertwee y Sylvester McCoy.
ResponderHola Luis Gómez, yo también pienso (y he depositado mis esperanzas) que un día podamos disfrutar de un Doctor más maduro y gruñón. La cosa es que, la Serie ha dado un gran cambio de ser dirigida por Russell ha ser dirigida por Moffat, uno piensa en el ambiente familiar (familia de Rose, de Martha, de Donna) ellos siempre han estado muy implicados, mientras que solo hemos visto el padre de Rory en dos episodios, a eso añade de la dificultad para un niño de entender el argumento con un director y con otro.
ResponderNo sé, a mí desde que ponen mensajes antisuicidios, me espero cualquier cosa de esa serie.
ResponderUn artículo muy bonito! :D
Pues tengo que deciros que en mi casa dos de mis hijos de 13 años siguen la serie desde hace dos. Nunca les ha costado entenderla, se ríen de las bromas , encuentran explicación a los saltos en el tiempo... y son ellos los que se encargan de buscar los capítulos que nos hemos perdido. Somos locos seguidores y nuestro sueño es ir a Doctor Who Experience en Cardiff.
ResponderCreo que la serie es muy apta para niños
Está genial saber esto entonces, y sí la Doctor Who Experience (y más en 2013) sería una escapada perfecta para ellos, adelante con la idea, saludos! ;)
ResponderEstoy de acuerdo con todo el artículo, sin embargo tengo la sensación de que este "debate" sobre si es apto o no para niños, es una percepción que tenemos los adultos, y que los niños no se plantean los conceptos que nos estamos planteando nosotros, por lo tanto, es más apto de lo que nos parece a nosotros. Un ejemplo es mi hermano pequeño: tiene 18, pero es autista y tiene algo de retraso madurativo... y le encanta la serie. La ve, se divierte, entiende bromas y entiende ciertos conceptos básicos. ¿Que no entiende los líos temporales? Pues es posible, pero eso no impide que entienda lo básico de la serie y disfrute con ella.
ResponderImagino que todo es relativo, pero la verdad es que estoy de acuerdo con el cambio de valores que se ha producido en la serie.
Muy de acuerdo contigo Ini, cuando yo veía a Tom Baker de pequeño, no entendía muy bien las tramas que se planteaban, pero sentía miedo de los monstruos y disfrutaba mucho de las caras del actor, era muy cómico. Me alegra saber que tu hermano disfruta de la Serie, un saludo!
Respondersabeis? después de leer esto ya digo que la serie de Doctor Who es como la saga Harry Potter, que los niños también pueden ver y les gusta
ResponderHola, tan solo quería decir que yo tengo 14 años, llevo viendo la serie desde hace un año y la entiendo perfectamente. Sé que soy más capaz de entender estas cosas que un niño de, por ejemplo, 8 años, pero tampoco soy adulta y no me cuesta mucho pillar todo esto de las paradojas, cierto es que me he tenido que ver un par de veces el capítulo del Big Bang 2 para comprender lo que estaba pasando pero a mí personalmente me encanta también que la serie sea un poco compleja en algunos capítulos.
ResponderYo creo que la tramas estan bien, mis hijos tienen varias edades y en general comprenden los episodios y cuando no es asi, simplemente lo charlamos entre todos, cada uno aporta algun recuerdo que le parece relevante, y tratamos de buscarle una explicacion. Si no la encontramos (como puede pasar, hay cosas que quedan por verse) hacemos un recuento de en que cosas estar atentos para ver si podemos descubrir. En realidad le agrega misterio y expectativa, y lo disfrutamos mucho mas, aunque a todos nos ponga algo impacientes completar las historias.
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