Y he aquí otra nueva entrega de las reseñas de nuestros colaboradores del "Sleep No More", episodio emitido el pasado sábado de la temporada 9 de "Doctor Who". (Puede contener Spoilers).
Jesús Torralba
El de esta semana ha sido un episodio extraño, experimental.
No por nada dijo Moffat que aunque Gatiss lo tenía medio listo cuando volvió la
serie, no habían encontrado el momento idóneo para introducirlo. La pregunta es
¿lo era este?
Empezando por el hecho de que es el primer episodio 100%
independiente de la temporada y el primero en más de 50 años en no tener
títulos iniciales, “Sleep no more” es una aventura ligera con la pretensión de
ser “algo más”. Una actitud encomiable, aunque el que lo consiga o no queda a
gusto del consumidor, aunque ya hablaremos de ello más adelante.
Guiños esta vez ha habido los justos, o quizá el montaje del
episodio ha hecho que me los pierda. El siglo XXXVIII es también en el que
tenía lugar el serial “Frontios”, y el “When I say run, run” era una de las
frases preferidas del 2º Doctor. Asimismo, que la codicia del ser humano le
lleve a desencadenar un mal del que no es consciente es ya uno de los temas
recurrentes de la serie.
Este capítulo me ha recordado en cierto modo a “Journey to
the Centre of the TARDIS”, con el Doctor teniendo que colaborar con un grupo
armado desconocido en su afán de rescatar a alguien y escapar de unos monstruos
de motivaciones más básicas imposibles, en este caso alimentarse.
El protagonismo del episodio recae, como no podía ser de
otra manera, en la forma en que está grabado, utilizando la llamada técnica del
metraje encontrado o found footage, aunque con una vuelta de tuerca a lo Doctor
Who que no descubrimos hasta ya pasado el ecuador del capítulo. Si no fuera por
la revelación final diría que el montaje del episodio podría haber sido
convencional, pero no puede. Guste o no al espectador dicho montaje lo que está
claro es que sin él esta aventura no sería la mitad de lo que es.
A pesar de todo, hay que reconocer que el guión está
bastante cogido por los pelos en algunos puntos, y de no ser por la faceta
experimental que tiene seguramente pasaría al olvido sin pena ni gloria. A mi
no me ha disgustado particularmente, aunque sin duda no será uno de esos
episodios que recuerde vívidamente pasados unos años. De hecho si lo hiciera
recordaría más el montaje que la trama en si misma, lo cual quizá quiera decir
que el episodio ha cumplido al menos uno de sus propósitos.
Es curioso cuanto menos lo mucho que se está minimizando la
participación de Clara en las historias de un tiempo a esta parte, sobre todo
teniendo en cuenta el precedente, que fue media temporada de despedida. Quizá
haya sido sólo casualidad y en los episodios que le restan volvamos a verla
igual de activa que a principios de temporada, pero no podía dejar de
mencionarlo.
El próximo episodio parece sin duda más convencional, y
contará con la segunda guionista debutante de esta temporada, Sarah Dollard,
que tiene fácil superar la escabechina de “The Woman who Lived”.

En ocasiones en Doctor Who te encuentras con capítulos que o
los amas o los odias con todas tus fuerzas: Sleep no more se ha sumado a esta
selecta lista. Eliminar la introducción ya suponía un paso arriesgado, pero
teniendo en cuenta la novedad del formato dentro de la serie creo que ha
funcionado, sin embargo, pienso que esta ausencia podría ser más efectiva en un
espectador que no la conozca porque cuando lo eres sabes que el Doctor
aparecerá tarde o temprano para solucionarlo todo, o no.
Por mi parte puedo decir definiría este capítulo con una
sola palabra: angustioso. Correr por los pasillos de una nave a oscuras con
unos hombres de arena pisándote los talones no me parece nada divertido.
Mark Gatiss nunca me defrauda y consigue hacerme pasar un
mal rato a lo largo de cada capítulo. En sleep no more se plantea además un
futuro donde la necesidad de dormir se reduce mediante una técnica
revolucionara con el fin de trabajar más horas y por lo tanto generar más
ganancias, eso ya espanta bastante.
Puede que en la resolución se quede flojo, pero a mí con el
resto me vale.
Por otro lado, Clara sigue sin aportar gran cosa a la trama,
el Doctor se lo guisa y él se lo come. Puede que luego la eche de menos como me
pasó con 11th antes de marcharse, pero todavía no ha llegado ese momento.
Lo que sí que estoy echando de menos ahora mismo es el
destornillador sónico, a pesar de que no veía a Capaldi usándolo creo que en
algunas ocasiones sigue siendo más practico que unas gafas por muy cool que
queden puestas.
Regresando a la serie recordemos que Missy se quedó sola en
Skaro rodeada de daleks y quién sabe si planeando una de las suyas. A mí por lo
menos me puede la intriga. También queda pendiente la búsqueda de Gallifrey, en
teoría y si Moffat no miente debería de encontrarlo esta temporada, eso
dijo.
No sé cómo terminará esta temporada, pero espero que me
sorprenda para bien.
Después de ver el episodio de esta semana unas cuantas veces
he de decir que me ha dejado bastante perpleja.
Su planteamiento me
ha parecido original y arriesgado. “Doctor Who”, y sobre todo en la era Moffat,
ha experimentado mucho con nuevas entradillas, argumentos, monstruos, cambios
de sexo,… y estamos delante de uno de estos ejemplos. De la mano de Mark Gattis
nos viene un episodio que se inscribe dentro del género de “metraje encontrado”
(“found footage”) al estilo de “La Bruja de Blair”, “Paranormal Activity” o "REC".
Aquí tenemos el punto de vista de las grabaciones dejadas por Rassmussen sobre
lo ocurrido en esta estación espacial del siglo 38. En este sentido decir que
el montaje del director es impecable y al no poner el opening de la serie hace
que no se corte la presentación de la trama argumental.
Pero se le podría
haber sacado más jugo. La aventura de esta semana transcurre en una sociedad
que ha hecho del culto al trabajo y de la ambición humana su religión, hasta el
punto de que alguien se inventa una máquina que hace que los humanos no tengan
que dormir para poder seguir rindiendo. Y como consecuencia de esto surgen unos
monstruos que… bueno… son las lagañas que salen del rabillo del ojo, que se
antropomorfizan y que canibalizan a todo
humano que se mete en la máquina “Morpheus”. O Sandmen, por usar otro término de la cultura celta o sajona. (muy usados en esta temporada).
El punto de partida de la historia y su puesta en escena me
ha parecido magistral, pero a medida que la historia transcurre encuentro que
pierde fuelle. Y el final me ha parecido bastante pobre y predictible. Mark Gattis ya ha
dicho que hará una continuación más adelante. Espero que su desenlace se
resuelva mejor porqué eso de la arenilla en el ojo ya ha sido usado en otras
ocasiones (o sino que se lo digan a Amy Pond y a los Angeles Llorosos) y lo de que le harán estas grabaciones a los humanos que las vean no me ha sorprendido.
Opino que dentro de esta fantástica novena temporada, a mi
parecer la mejor en su conjunto desde la reaparición de la serie en 2005, este
es el episodio más flojo de todos.
No sé como tratará el paso del tiempo a “Sleep No More”, si
será considerado una obra maestra o una birria, pero yo le doy un 5/10. Aunque
también es cierto que este subgénero terrorífico de los “metrajes encontrados” no es santo
de mi devoción.
Y vosotros companions whovians, ¿qué opináis? Os invitamos a dejar vuestros comentarios.
Artículo de Emma F.M., Jesús Torralba, Montse Garcia para Redvista Papel Psíquico
Doctor Who España
¿QUIERES RECIBIR TODAS LAS NOTICIAS DE DOCTOR WHO AL INSTANTE?
Incluir emoticono Emoticon